Cuando empezamos un viaje siempre lo hacemos con mucha ilusión. Parece que ya nada más exista. Nos sentimos únicos, llenos de emoción y alegría.
Algunos duran más, otros menos, algunos están
llenos de adrenalina, mientras que otros son más tranquilos. Normalmente son
los viajes más largos esos que dejan una huella importante en nuestra alma.
También es bueno tener en cuenta que cuando
llega el fin hay que aceptarlo. Disfrutar de tu destino y buscar nuevos horizontes,
pero sin olvidar nunca ese viaje que tantos momentos de felicidad te trajo y
cuya experiencia nunca nadie te va a quitar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario